Con un pasado intenso como boxeador, Suso Mesta carga con más cicatrices fuera que dentro del ring, forjando a un hombre atrapado entre recuerdos y la sombra de Marian, que todavía marca su corazón.
Aun así, mantiene un vínculo profundo con su hija Mika, una relación que le otorga propósito y le devuelve fragmentos de sí mismo que creía perdidos. Entre momentos de lucidez y episodios de confusión, su frágil y conmovedora presencia transmite amor y sabiduría a pesar de sus limitaciones.
Para saber más de Suso.
Su historia es un viaje entre la memoria y el olvido, una muestra de lo que aún puede ofrecer. Suso permanece como un testimonio de resiliencia y humanidad que aún resplandece, convirtiéndolo en un pilar silencioso y entrañable de la saga.