EL FUEGO ESTÁ VIVO Y TIENE CONCIENCIA.


Muchos bomberos novatos me dicen eso, incluso a veces le atribuyen rasgos antropomórficos. Cuentan que el fuego tenía rostro y les sonrió.


La tensión provoca este tipo de ilusiones. Ya solo nos faltaría eso, pero por suerte no es así.


Como ya dije anteriormente, el fuego es un proceso químico y físico fuera de control en un ambiente concreto.


No es un ser vivo consciente de su entorno, no puede elegir desarrollarse de una forma concreta o de otra y está sujeto a las leyes de la naturaleza.


Incluso si los bomberos no hacen nada, el fuego progresará naturalmente y su desarrollo y decaimiento ya está establecido desde el principio.


El objetivo de los bomberos es interrumpir su desarrollo natural, conseguir el control del incendio, rescatar a cualquier víctima y salvar la propiedad.


Para ello los equipos de bomberos realizarán diferentes acciones con el fin de conseguir estos objetivos.


Estas acciones cambiarán el desarrollo del incendio y estos cambios pueden ser positivos o negativos. Pueden mejorar o empeorar la situación.


Por eso es tan importante una correcta lectura del incendio y por eso EL ENTRENAMIENTO NUNCA TERMINA.

¿Y a vosotros? ¿También os sonríe?

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